Estudiantes de medicina de la UIC, médicos brindan atención a migrantes
A medida que más migrantes se dirigían desde la frontera al área de Chicago, un grupo de estudiantes de medicina de la UIC formó el Equipo móvil de salud para migrantes para brindar atención a los migrantes recién llegados.
Desde la primera semana de mayo, más de 3000 migrantes han recibido atención médica por problemas relacionados con la salud del grupo dirigido por estudiantes de la UIC, que se ha ofrecido como voluntario en casi una docena de estaciones de policía de Chicago donde se alberga a los migrantes.
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Recientemente, un equipo de estudiantes se presentó fuera del distrito 12 cerca del vecindario Pilsen de Chicago y revisó los suministros médicos metidos en mochilas, incluyendo medicamentos de venta libre, formularios, máscaras y otros materiales que necesitan.
Este día, Sara Izquierdo, la persona a la que se le ocurrió la idea y quien es un estudiante de medicina en su primer año, se unó con los estudiantes de medicina de cuarto año Sara Cooper, Morgan Pooler y Leena Jehad Abbas junto con el Dr. Alex Lucas, residente de segundo año en Advocate Christ Hospital y la Dra. Beth Payment, médica de familia del West Suburban Hospital.
“Se siente como algo algo que se debe de hacer porque si nosotros no lo hacemos, nadie lo hará”, dijo Izquierdo.
El equipo, que Izquierdo comenzó con la ayuda de la Dra. Evelyn Figueroa, médica de medicina familiar en UI Health, ha crecido hasta incluir 80 voluntarios activos que están compuestos por estudiantes de medicina de UIC, asistentes médicos, enfermeras y médicos de otros hospitales.
Los equipos de estudiantes bilingües realizan varias visitas semanales a los distritos policiales de la ciudad bajo la supervisión de médicos como Lucas y Payment, que tienen licencia para brindar tratamientos.
“Es increíble, nos dan tan buena atención y no es la primera vez que nos ayudan, me han dado medicamento para la alergia de mi niño”, dijo una mujer de 29 años que ha estado durmiendo en la estación durante más de un mes desde que se huyó de Columbia y llegó a México con sus hijos pequeños antes de llegar en Chicago.
“Tuvimos que irnos en medio de la noche cuando un grupo de hombres malos apareció y nos amenazó”.
Izquierdo, quien obtuvo su maestría en salud pública de la UIC y su licenciatura, dijo que muchas de las personas en el equipo son inmigrantes o, como ella, de familias de inmigrantes.
“Hay mucha identificación con la población a la que atendemos”, dijo Izquierdo.
Aplicando lo aprendido
Durante la pandemia, Izquierdo había estado involucrada en la organización comunitaria y el compromiso con las campañas de vacunación de los vecindarios y organizaciones. Entonces, una regidora del lado norte le pidió ayuda para atender a los migrantes que iban llegando.
“Ella básicamente dijo: ‘Oye, estamos teniendo una pequeña crisis de salud en las estaciones de policía en este momento con los inmigrantes recién llegados, ¿hay algo que podamos organizar o hacer?’” dijo Izquierdo.
Izquierdo tomó lo que aprendió al ser parte de Chicago Street Medicine, una iniciativa de la Facultad de Medicina de la UIC. La iniciativa comenzó en UIC en 2016 con varios estudiantes de UIC y un médico residente de UIC sirviendo para brindar atención médica a los indigentes.
“Realmente me gusta el modelo de brindar atención médica de forma móvil para atender a las personas donde se encuentran”, dijo Izquierdo.
Después de comunicarse con otros sobre cómo adaptar lo que había aprendido a través de su trabajo con Chicago Street Medicine, conoció a Dra. Figueroa, una doctora de medicina familiar en UI Health que también ha estado en la facultad de UIC durante 18 años. Dra. Figueroa se ofreció a ayudar dirigir la iniciativa.
Dra. Figueroa se unió a Izquierdo y otros estudiantes que idearon el plan para que estudiantes de medicina bilingües clasificaran a los migrantes, anotaran los historiales médicos de los pacientes y los presentaran a los doctores.
“Desde entonces, si algo funciona mejor o si la comisaría ha cambiado la forma en que quieren que hagamos las cosas, hemos sido muy adaptables y ha sido muy efectivo”, dijo Izquierdo.
Dra. Figueroa dijo que a lo largo de los años ha estado involucrada en la medicina “basada en la calle” y ha estado involucrada en el tratamiento de personas en refugios para personas sin hogar. Ella tiene una organización sin fines de lucro separada de UIC que sirve como patrocinador fiduciario del Equipo Móvil de Salud para Migrantes. Ayudó a estructurar la iniciativa y pudo conocer los problemas de cumplimiento y las mejores prácticas.
“Sara tiene un gran instinto, así que solo fui poniendo pequeñas barandillas”, dijo Dra. Figueroa.
Anotando historias de salud
En las estaciones, hablan con los migrantes sobre cualquier problema de salud urgente o emergente que pueda estar ocurriendo. Brindan tratamiento en el lugar y brindan oportunidades de seguimiento y citas para problemas como la atención prenatal a largo plazo.
Tratan de tener un equipo de cinco a diez personas para atender a la gente en las comisarías.
Debido a que los estudiantes de medicina no han recibido sus licencias, solo pueden brindar asesoramiento médico general, pero no pueden tratar a los pacientes por sí mismos, dijo Dra. Figueroa, quien tiene licencia. Nunca van sin un médico con licencia.
Los estudiantes recopilan historiales de salud y dispensan medicamentos de venta libre apropiados con etiquetas en inglés y español para tratar cosas como resfriados y otros problemas menores de salud.
“Cuando van, tienen supervisión y esa es alguien que tiene licencia”, dijo Dra. Figueroa.
En el distrito 12, una mujer de 42 años habló con Jehad Abbas, estudiante de medicina de cuarto año de la UIC, y Lucas sobre el dolor en el pie que estaba ocurriendo. Jehad Abbas escuchó mientras la mujer describía un dolor punzante que Jehad Abbas creía que podía deberse a hongos en los dedos de los pies. Lucas escuchó a Jehad Abbas hablar en español y luego intervino para hacer sus preguntas, también en español, para asegurarse de que la dolencia no fuera parte de un problema mayor, como la diabetes o las lombrices. Después de que Jehad Abbas le presentó sus dolencias a Lucas, él estuvo de acuerdo con su evaluación de que la mujer estaba lidiando con hongos en los dedos de los pies y le proporcionó medicamentos.
“Vengo de la comunidad latina y en el hospital sirvo principalmente a la comunidad latina, por lo que hacer esto ahora en las calles es realmente gratificante”, dijo Jehad Abbas.
Dra. Figueroa dijo que alrededor del 80% de lo que hacen son problemas de salud básicos. Pero cuando hay problemas más urgentes, envían al paciente a la sala de emergencias más cercana. Proporcionan documentación que indica que la persona se encuentra sin hogar. Izquierdo y los otros estudiantes ayudan a los pacientes con cualquier gasto a través de los esfuerzos de recaudación de fondos y la organización sin fines de lucro de Dra. Figueroa.
Además, el Equipo Móvil de Salud para Migrantes trabaja para encontrar hogares de atención primaria donde se puedan tratar problemas de salud a largo plazo como diabetes, presión arterial alta, embarazo, asma y lupus.
Brindando atención
“Las estaciones de policía se convirtieron en tierra donde nadie estaba ayudando y fueron realmente estas personas quienes ofrecieron a ayudar”, dijo Dra. Figueroa. “Creo que es increíble cuando puedes trabajar con estas mentes jóvenes que simplemente no aceptan un ‘no’ como respuesta, quieren equidad en la salud y presionan para desarrollar formas innovadoras de brindar atención médica de una manera digna y humanista”.
Además del equipo móvil, desde septiembre, los médicos de la UIC que se especializan en pacientes pediátricos han estado trabajando con el Programa Nacional de Defensores de la Juventud, que brinda servicios a niños no acompañados y trata de encontrar alojamiento para ellos con familias.
La asociación fue dirigida por la Dra. Sarah Messmer, especialista en medicina interna y pediatría en el Centro de atención para pacientes ambulatorios de UI Health, y la Dra. Lauren Williams, especialista en medicina interna y pediatría en las instalaciones de Mile Square de UI Health en Cicero, donde también es directora médica del sitio.
“Nos hemos comprometido a proporcionar sus exámenes médicos iniciales que se requieren dentro de las 48 horas de su llegada y luego cualquier otra necesidad médica y de atención primaria que tengan”, dijo Dra. Messmer.
Los médicos se unen a un coordinador del Programa Nacional de Defensa de la Juventud, también conocido como NYAP, para realizar el examen de salud inicial requerido por los niños. Los médicos de la UIC también realizan un seguimiento con la atención adicional que los niños menores de 18 años puedan necesitar. El niño más pequeño que han evaluado tuvo dos años.
Desde septiembre, los médicos del centro de atención ambulatoria de UI Health en Chicago han realizado 75 evaluaciones. Se han realizado más de 30 evaluaciones en las instalaciones de Mile Square en Cicero desde que comenzaron a trabajar con NYAP en marzo.
El trabajo ha sido dirigido por residentes de atención pediátrica y está estructurado de modo que los residentes evalúen principalmente a los niños mientras un médico tratante supervisa sus esfuerzos. Tres residentes están en el camino de la salud global y están capacitando a otros para realizar las evaluaciones.
Entre los temas en los que podrían centrarse está la atención informada sobre el trauma. Esto se debe a que muchos de los niños migrantes han llegado después de viajar por tierra a través de varios países y pueden haber estado con la familia hasta que fueron separados en la frontera. A veces viajaban con un hermano y otras veces viajaban solos cuando solo tenían 12 o 13 años.
Ayudando a calmar el miedo
“Muchos de estos niños han tenido viajes traumáticos desde dondequiera que hayan venido”, dijo Dra. Messmer. “Han pasado por mucho. Creo que una gran parte de lo que nuestros residentes realmente se enfocaron en aprender y adquirir más experiencia es cómo cuidar a estos niños sin volver a traumatizarlos”.
Dra. Williams dijo que, dado que deben ser evaluados dentro de las 48 horas posteriores a su llegada a este país, el trauma puede ser reciente. Dijo que cuando ve a los niños le impresiona lo emocionados y felices que parecen estar. Ella dijo que su personal de enfermería ha sido “increíble” y ha recolectado juguetes para dárselos a los niños y aliviar sus miedos.
“Cada niño recibe un juguete, ya sea un libro para colorear o una muñeca o incluso juegos, de modo que cuando vengan aquí, su primera introducción a los EE. UU. sea algo placentero a pesar de que les estamos dando inyecciones y extrayendo sangre”. dijo Dra. Williams.
Los coordinadores de NYAP están en contacto con los funcionarios de la UIC para programar citas e informarles sobre la llegada de niños. NYAP recibe una alerta sobre los menores no acompañados, y ellos toman la custodia de los niños y se coordinan con los funcionarios médicos para obtener los exámenes y vacunas requeridos.
Los niños que ven reciben alojamiento temporal con una familia y finalmente se reúnen con un padre o familiar que había estado viviendo en los Estados Unidos antes de que llegara el niño.
“Estos niños han pasado por mucho, lo menos que podemos hacer es tratar de que su experiencia de venir a los Estados Unidos sea lo menos traumática posible y apoyarlos mientras intentan reunirse con un miembro de la familia”, dijo Dra. Messmer. “Esto cae muy claramente dentro de la misión de UIC y Mile Square de brindar servicios a nuestra comunidad y estos niños son parte de nuestra comunidad”.
Dra. Williams dijo que la capacidad de servir a la comunidad ha sido significativa para ella y el personal de Mile Square.
“Especialmente en Mile Square, nuestra misión es no rechazar a los pacientes y también nos ocupamos de aquellos que no tienen la oportunidad o los recursos para cuidar de sí mismos”, dijo Dra. Williams. “Estar involucrados nos mantiene conectados y nos recuerda que todos los días seguimos haciendo grandes cosas y podemos hacer pequeñas cosas por quienes nos necesitan”.
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