UIC ofrece Licenciatura en Bellas Artes en educación de arte
Por la primera vez en casi una década, estudiantes de la Universidad de Illinois en Chicago interesados en obtener una licenciatura en arte en el estudio tienen la oportunidad de obtener una Licenciatura en Bellas Artes en la Educación de Arte, o un título BFAAE (por sus siglas en ingles), junto con una licenciatura para la enseñanza profesional, preparándolos para convertirse en maestros de arte en la secundaria.
Este otoño marca la primera vez desde 2010 que los estudiantes fueron capacitados para comenzar su trabajo para recibir un título BFAAE de la Escuela de Arte e Historia de Arte.
En 2016, El Colegio de Arquitectura, Diseño y Artes (CADA por sus siglas en ingles), reconoció la necesidad de la universidad pública urbana de Chicago de ofrecer una vía para que los estudiantes de la UIC se convirtieran en profesores de arte, según Karyn Sandlos, quien fue contratada para supervisar el programa nuevo en la UIC.
Sandlos, que posee un doctorado en Lenguaje, Cultura y Enseñanza y que ha escrito extensamente sobre la enseñanza y las artes, fue miembro del profesorado en el departamento educativo de la Escuela del Instituto de Arte en Chicago, donde también fue directora del programa de enseñanza para la maestría de artes. Sandlos dio la bienvenida a la oportunidad de unirse al profesorado de la Escuela de Arte e Historia de Arte, y para “imaginar lo que podría ser un nuevo programa de educación de arte en el contexto de una universidad de investigación pública diversa como la UIC”, dijo.
Edith Méndez y Ricky Rodriguez escuchan al profesor Karyn Sandlos conduciendo la clase. Foto de Jenny Fontaine, UIC News.
Después de tomar el timón en la UIC, Sandlos y el Consejo de la Formación Docente de la UIC se acercaron a la Junta de Educación Estatal de Illinois, que supervisa las licenciaturas de maestros en el estado. En diciembre de 2016, la junta revisó el programa y lo aprobó como una pista para que los estudiantes obtuvieran la licencia profesional de educador para enseñar arte del grado noveno hasta el doceavo en la secundaria.
“Este es un nuevo programa que los estudiantes solicitan una vez que han completado los requisitos de la fundación de arte”, dijo Sandlos. “Es un programa que atrae a los estudiantes en el programa de licenciatura en Bellas Artes de la UIC, pero también estamos recibiendo gran interés de estudiantes transferidos. Incluso escuchamos de estudiantes de la secundaria interesados en el arte que quieren llegar a ser profesor algún día”.
Una cohorte de cinco estudiantes se registró a la especialidad de educación de arte en septiembre. Mientras el programa se encuentra dentro de CADA, los estudiantes también toman clases en el Colegio de Educación en la UIC.
Como parte de su grado de Educación de Arte, los alumnos deben completar sus experiencias de enseñanza en escuelas públicas locales.
“Hemos creado una opción para los estudiantes que subieron a través de las escuelas públicas de Chicago, que desean obtener su licencia de enseñanza por lo que puede enseñar en el sistema de educación pública de Chicago. “Estos son estudiantes que no quieren estudiar en una institución privada y están buscando una opción de grado asequible”, dijo Sandlos. “Realmente creo que hemos llenado ese vacío, y yo diría también que este programa va a traer muchos estudiantes interesados en CADA”.
Antes de que Edith Mendez fuera aceptada en el grupo inaugural, la estudiante de tercer año de secundaria consideraba la transferencia a otra escuela que ofrece educación artística. Méndez, quien se graduó de la Secundaria Morton West en Berwyn, Illinois, y que es un escultor y artista de medios mixtos, se dio cuenta de que la enseñanza del arte sería una manera satisfactoria para ganarse la vida.
Pero dado que la UIC no tenía una pista para obtener su licencia de enseñanza, Méndez comenzó a aceptar que tendría que transferir a una universidad diferente. Estaba considerando seriamente inscribirse en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, entre otras escuelas, aunque sabía que sería una dificultad económica porque tendría que incurrir gastos de vivienda y tasas de matrícula más altas.
“Creo que definitivamente abre más oportunidades para las personas”, dijo Méndez, agregando que después de que comenzó el programa de educación de arte, decidió permanecer en la UIC. “Hizo mi elección mucho más fácil, porque estaba confundido acerca de lo que quería hacer con mi carrera y mi especialización. Me centro más y me dio un sentido de paz porque sabía lo que iba a hacer con mi vida”.
Los estudiantes entran al programa en el tercer año de su carrera universitaria, después de que han cumplido los requisitos del estudio de arte, historia de arte y la educación general.
“Ya hemos tenido un montón de interés de posibles estudiantes”, dijo Sandlos.
El cohorte estudiantil del próximo será casi el doble del tamaño actual, y Sandlos espera que continúe creciendo. Funcionarios previamente habían suspendido la licenciatura BFA de Educación de Arte debido a los recursos disponibles en el momento.
En la foto sentados de izquierda a derecha: Janet Sanchez, Edith Mendez y Jennifer González. De pie izquierda a derecha: Latrell Walton, Karyn Sandlos y Ricky Rodríguez. Fotos de Jenny Fontaine, UIC News.
Porque la UIC tiene una gran cantidad de diversos estudiantes de Chicago y sus alrededores, se espera que el programa también llenará la necesidad de más maestros de color. Actualmente, existe una demanda para profesores de color, especialmente para maestros varones, para abordar la escasez de profesores en Illinois y los Estados Unidos
Latrell Walton decidió unirse al programa de educación de arte– a pesar de que ya había obtenido suficientes créditos para graduarse con una licenciatura de BFA — para poder tomar cursos de educación y obtener su licencia de enseñanza.
Walton, un fotógrafo, era muy feliz cuando el programa comenzó porque quería regresar a la comunidad y servir como un modelo y mentor a los estudiantes más jóvenes. Se graduó de la Secundaria Gwendolyn Brooks, una escuela públicas de Chicago al lado sur lejano.
“Quiero darles algo para que puedan sentir una conexión y poder ser esa persona que posiblemente puede ayudarles a superar cualquiera cosa que les está dando un exceso de estrés “, dijo Walton. “Iba a ir a las escuelas públicas de Chicago, por lo que sentí que iba a meterme a lo que yo estaba tratando de hacer en primer lugar”.
Durante el verano, Sandlos comenzó a reunirse con representantes de una organización sin fines de lucro, “Crece Tus Propios Maestros Illinois” (GYO por sus siglas en ingles), cuyo objetivo es diversificar la profesión docente en el estado. “El grupo trabaja en estrecha colaboración con varios otros colegios pero estaba deseoso de involucrar a más estudiantes de la UIC”, dijo Sandlos.
La organización recientemente seleccionó a cinco estudiantes del nuevo programa de educación de arte para participar en la iniciativa donde recibirán apoyo financiero, académico y social a cambio de un compromiso de cinco años a enseñar en una escuela pública de alta necesidad después de que se gradúen, dijo Ken Snyder, coordinadora de alcance para GYO. Los estudiantes pueden recibir hasta $25.000 cada uno en ayuda de matrícula durante toda su vida.
Mientras que el grupo no puede garantizar que los estudiantes serán contratados, Snyder dijo que graduados del grupo son muy buscados por los líderes escolares. Por restablecer el programa de Educación de Arte en la UIC, el colegio servirá para traer más maestros de color de alta calidad a la profesión, dijo Snyder, agregando que los funcionarios estaban impresionados con los estudiantes de la UIC.
“Su pasión para convertirse en maestros y la comprensión que mostraron acerca de cómo, como profesores de color, pueden impactar positivamente la vida de sus futuros estudiantes fue impresionante”, dijo Snyder.
Entre los estudiantes involucrados con GYO son Mendez, Walton, Jennifer González y Ricky Rodríguez, un artista cuyo medio es pintura y dibujo. Rodríguez, un estudiante que se graduó de la Secundaria Carl Schurz en el noroeste de la ciudad, dijo que creció en Humboldt Park y cuando escuchó sobre que la BFAAE regresaría a la UIC, saltó a la oportunidad porque combinaba su sueño de convertirse en un artista y trabajar con la gente joven.
“Siempre he querido enseñar en la ciudad”, dijo Rodríguez. “Lo que me interesó fue la capacidad de entrelazar el arte y la enseñanza; sin duda, abre una gran cantidad de oportunidades para los artistas”.
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